martes, 23 de septiembre de 2008

NERUDA EN EL CORAZÓN

En el año 1973 murieron tres grandes Pablos: Neruda, Picasso y Casals, así lo reseñaba un artículo de prensa de ese tiempo. Siempre quedé con la curiosidad de saber más del músico español, hasta la fecha sólo lo recuerdo en la caricatura del mismo diario, con un violonchelo entre las piernas. Los otros dos marcaron mi vida.
Hoy 23 de septiembre se cumplen 35 años de la muerte de Pablo Neruda, a sólo doce días del golpe de estado en Chile y de la muerte de Salvador Allende, no aguantó el corazón del poeta tanta desgracia junta.
La poesía de Pablo Neruda, la dedicada al amor, pareciera no ser la más leída por las últimas generaciones. Existe un escrúpulo hacia el amor, es el vínculo virtual el que se sobrestima, el decir directo que escamotea lo metafórico. Todavía mi generación, previrtualizada, estableció afinidades con la poesía amorosa y por tanto con el sentimiento mismo sin mayores reservas. Entonces hoy puedo declarar tranquilamente que he sido y sigo siendo lector intransigente de Pablo Neruda, que escribía con tinta verde y vivió enamorado hasta que sobre Chile cayó la sombra militar. Les recomiendo entonces que abramos el libro de Neruda que más nos guste y leamos algunas de las mejores poesías amorosas. Acá copio una que me acompaña cada mañana:

Al pan yo no le pido que me enseñe
sino que no me falte
durante cada día de la vida.
Yo no sé nada de la luz, de dónde
viene ni dónde va,
yo sólo quiero que la luz alumbre.
Yo no le pido a la noche
explicaciones,
yo la espero y me envuelve,
y así tú, pan y luz
y sombra eres.
Has venido a mi vida
con lo que tú traías,
hecha
de luz y pan y sombra te esperaba
y así te necesito
Así te amo.

El dibujo que acompaña esta entrada lo hizo Pedro León Zapata cuando vino a Caracas el poeta en 1958